viernes, 30 de mayo de 2014

God Bless Hamaca

Del embarazo te lo cuentan todo. Con pelos y señales. Los síntomas que vas a tener por trimestres e incluso semanas, las pruebas que te van a hacer, por trimestres también, todo lo que te puede pasar, cuando sentirás al bebé por primera vez, lo que vas a engordar, los alimentos que puedes comer, síntomas de parto, tipos de parto, los ejercicios que te convienen, los que no, como cuidarte... Todo, no te queda ni una duda de lo que te pasa en un nueve meses. Y, nada, luego tienes al bebé.. ¡Y fin de la historia!

Yo fui al parto pensando que era como si me fuesen a sacar una muela. De hecho, con contracciones cada 20 minutos me fui a cenar al restaurante de un amigo un menú de degustación de 7 platos... y menos mal, ¡porque no comí en 14 horas!  Era la primera de mis amigas, que tenía un hijo, y salvo la mujer del mi amigo a quien dedico mi primer post, no había visto a nadie después de dar a luz. Por ello, y porque las mujeres en la prehistoria parían sin epidural y en el suelo, yo pensaba que parir en una clínica privada y con anestesia, era pan comido.

Bebé Súper Plus nació a las 12 horas de llegar yo a la clínica.Y a partir del momento en el que me pusieron al niño encima ocurrió el blackout informativo. Entonces ¿qué?

Señores, entonces llega la realidad.

Desde la ignorancia, yo creía que mi bebé iba a comer y a dormir... y efectivamente, es lo que hacía... ¡Pero cada dos horas! Los bebés hasta los 4-5 meses no distinguen entre día y noche, y desde que eres madre, tú tampoco. Bienvenidos al día de la marmota durante unos cuantos mesecitos. No sé si esto me lo llegaron a avisar, pero creo que nunca lo interioricé o pensé el clásico "esto no me va a pasar a mí" "exageran". Seguro. A mí me ha pasado todo.

Otra cosa que yo creía, pobre de mí, era que los bebés cuando dormían, estaban en la cuna. Posible en un 50% de los casos; el otro 25% está o en el coche o en el carrito y el otro 25% está encima tuyo. Un 25% del día son 6 horas con un bebé en brazos. Perfecto para conocer todos los músculos de tus brazos y de tu espalda.

Así que en un momento has pasado de llevar a tu hijo en la barriga, ¡a llevarlo en el hombro! No podía dejarlo en la cuna, porque como dice  Cecilia Jan en su blog y en su libro Cosas que Nadie te Contó Antes de Tener Hijos, tenía el síndrome de la cuna con pinchos; o como dice mi marido: el altímetro en modo ON (si reducías la altura por debajo de 1.70 empezaba a llorar). Yo siempre he sido partidaria de tener a mi hijo en los brazos hasta cuando duerme, por darle amor y cariño... pero claro, hay que intentar básicos como ducharse, lavarse los dientes, peinarse, y vestirse e incluso lujos como pintarse (un MUST después de las noches en vela) o hacerse un café (también un MUST después de las noches en vela...).

Y entonces llegó mi nueva mejor amiga: la hamaca-columpio. Era una hamaca que nos habían regalado, antigua pero que columpiaba al niño a diferentes velocidades... No puedo explicaros el goce y el deleite: ¿bebé que no se duerme? a la hamaquita a que le acune. ¿Me tengo que duchar? Bebé a la hamaquita a ver como se ducha mamá. ¿Me quiero hacer un café? Bebé en la hamaquita a la cocina... La hamaca me dotaba de al menos 20 minutos de independencia. 20.

Travelling Hamaca. God Bless Hamaca.

Bebé Súper Plus dormido. Mamá Súper Plus happy.





No hay comentarios:

Publicar un comentario